Cazalegas
Es un lugar
ideal para descansar y hacer turismo, es un pueblo tranquilo y agradable.
Cuenta con sitios cercanos de interés turístico como Talavera de la Reina y la
Sierra de San Vicente (Comarca a la que pertenece) donde se pueden realizar
diversos recorridos a través de la naturaleza conociendo sus pueblos.
El Embalse de Cazalegas ubicado a 2 kms del pueblo en dirección a la presa (Río
Alberche) al que se puede llegar paseando, dispone de varios sitios accesibles
para los bañistas con aparcamientos para los que vayan en coche, también está
el Camping Cazalegas y el Merendero Luis Blanco.
En la zona de la presa se juntan los aficionados a la pesca. Son especies frecuentes bogas, carpas y lucios.
El pueblo, además de ser un sitio tranquilo para descansar, cuenta con diversas
ofertas de ocio como es la discoteca y diversos bares y sus terrazas. Talavera
está sólo a 14 km para quien quiera desplazarse a una zona de marcha más amplia
y para una mayor oferta gastronómica.
En el pueblo hay una piscina municipal con un bar-restaurante llamado El
Bodegón que está abierto todos los días durante la época estival, y los fines
de semana durante el resto del año.
Historia
Cazalegas presenta unas ciertas novedades, con respecto a otros pueblos, por
lo que respecta a su origen. Todas las referencias hablan de un origen
incierto, aunque se suele coincidir en destacar lo antiguo de su fundación. Por
lo tanto, no se trata de un pueblo de señorío fundado con posterioridad al
avance cristiano de la reconquista, sino que se trata de un pueblo con
antecedentes ¿celtas?, romanos, visigodos y árabes anteriores al año de 1086.
Uno de los testimonios de la antigüedad del poblamiento de Cazalegas nos lo
muestra el reciente estudio, publicado en Anales toledanos nº XXXIV, realizado
por un equipo coordinado por D. Dionisio Urbina, sobre un hallazgo arqueológico
(varias tumbas) donde se pueden observar, entre otros detalles, características
de la alfarería doméstica. Encontrado casualmente junto al río Alberche, en la
zona donde se localiza el actual pantano, nos presenta la identidad y
características de cuatro individuos, al parecer indígenas, así como del
enterramiento, avanzando teorías sobre el emplazamiento del primitivo núcleo de
población y del cementerio.
Se ha dicho que Cazalegas tiene su origen en la antigua “Cazalia”, ciudad
romana, pero no existen datos para confirmar esta afirmación. Según un
manuscrito de tiempos del cardenal Lorenzana, de la Biblioteca Provincial de
Toledo, en tiempos de Wamba residió algún tiempo en Cazalegas un obispo que
quiso hacerse independiente del Metropolitano, que residía en Mérida; este
manuscrito da a la villa el nombre de Vivaqua, añadiendo que corresponde a la
villa actual de Cazalegas.
Según el profesor Jiménez de Gregorio el topónimo Cazalegas pudiera derivarse
de la voz céltica “Caçaliecas”. En 1156 aparece en un documento con el nombre
de “Faztalegas” (nombre de origen árabe que viene a significar “tierra libre”).
Desde 1328 hasta 1369, Talavera y toda la tierra de su jurisdicción, perteneció
a señorío regio porque fue entregada como dote a la reina Dª María de Portugal
(por eso se llamó Talavera de la Reina). En 1369 fue entregada, como merced del
rey Enrique II, al arzobispo de Toledo D. Gómez Manrique y sus sucesores; por
lo tanto, Cazalegas dependía de la jurisdicción de Talavera de la Reina y del
señorío eclesiástico de los primados de Toledo.
El señorío de los arzobispos de Toledo se mantuvo hasta 1812, siendo el último
señor D. Luis María de Borbón. En dicha fecha, con la abolición de los
señoríos, se procura acabar con las estructuras feudales del Antiguo Régimen e
iniciar una etapa constitucional en la que cada ayuntamiento se rigiera por sí
mismo sin dependencia de ningún señor, laico o eclesiástico.
Los condes de Aguilafuente levantaron un palacio, que aún subsiste, y según el
libro de Don Manuel Foronda y Aguilera “Estancias y viajes del emperador Carlos
V”, en él se detuvo y comió el emperador el día 7 de abril de 1525 cuando
marchaba camino de Guadalupe. El 21 de febrero del mismo año, procedente de
Illescas y camino de Sevilla, volvió a Cazalegas y comió de nuevo en el mismo
palacio.
Otros episodios señalados, desgraciados por el sufrimiento que siempre traen
consigo, son los conflictos bélicos que tuvieron especial repercusión en
Cazalegas como la Guerra de la Indepencia y la Guerra Civil española, ambos con
episodios que presentan el mismo nombre: “La batalla de Talavera”.